Ay!, Hijo… Cuanto hiere el
frío de tu ausencia,
y a la vez, cuanto
reconforta tu recuerdo.
Todo tiene tu aroma,
la calidez de tu mirada y
el color de tu
sonrisa.
Ya nada es tan
terrible,... pues el miedo se marchó contigo.
Coco, coco, Rubén,
Huevo, Bigolo, de cuantos modos
distintos te
extrañamos.
Así de variada y
fecunda fue tu corta vida.
Cuanto hiciste, y
cuanto nos diste!
Que buen equipo
habíamos conseguido.
Alguna vez lo habíamos
hablado,
“Dios No Juega A Los
Dados”
Entendemos que,...
Ni el azar,
Ni la casualidad,
Ni la fatalidad se han
complotado en tu contra.
Tu temprana ausencia
sólo responde a un Maravilloso Plan Divino.
Por que, con tus
defectos y virtudes, fuiste un ser excepcional,
un Gran hijo, y Dios
hoy te quiere a su lado.
Sírvele con amor y
alegría.
Cuida mucho a tu gran
amigo “Buta” y
Por favor cuando
llegue nuestra hora de partir,
ilumina la senda
celestial
para que en ese
Gran Día podamos
reencontrarnos.
Siempre te amaremos
Tres Besos de la
Suerte y Un Fuerte Abrazo!
Mami
y Papi |